Atrás quedaron los días en que sólo se utilizaban simples bombillas blancas para iluminar el salón. Hace tiempo que se sabe que el color de la luz es crucial para nuestro bienestar e influye notablemente en nuestro estado de ánimo. Por eso la luz de colores es cada vez más popular en los salones. Un LED de alta calidad que cambia de color proporciona el color de luz óptimo para cada situación.
Casi todo el mundo lo sabe: las habitaciones iluminadas en blanco brillante parecen estériles y frías, mientras que la luz amarilla brillante levanta automáticamente el ánimo. De hecho, las habitaciones iluminadas en azul se perciben como unos dos grados más frías que las iluminadas en rojo. El efecto de los colores de la luz también puede aprovecharse fácilmente en casa, gracias a las lámparas LED que cambian de color y emiten su luz en una amplia variedad de colores.