La bombilla incandescente es la forma más antigua de producir luz eléctricamente. Debido a la prohibición de las lámparas incandescentes desde 2012, hay que llevar la luz a la oscuridad de otras formas. La solución son las lámparas LED y las lámparas de filamento, que se basan en la bombilla clásica en cuanto a diseño, pero son más económicas y eficientes sin perder luminosidad.
Comparación de las bombillas clásicas y las bombillas LED
Bombillas incandescentes | Lámparas LED |
alto consumo energético: sólo el 5% de la energía se convierte en útil | eficiencia energética y alta eficacia luminosa: entre el 30 y el 40 % de energía convertida |
eficiencia energética y alta eficacia luminosa: entre el 30 y el 40 % de la energía convertida | larga vida útil: entre 35.000 y 50.000 horas |
temperatura de color entre 2300 y 2700 Kelvin | cualquier temperatura de color posible |
lámparas incandescentes E14 y E27 | Las lámparas LED están disponibles con casquillo E14 / E27 (a veces denominado retrofit"). Se pueden atornillar fácilmente en las Lámparas existentes |
pueden regularse | Compatible con Smart Home (dependiendo del modelo) |
La luminosidad se indica en vatios | Las lámparas LED regulables deben etiquetarse como "regulables" |
Indicación de la luminosidad en lúmenes |
¿Cómo y dónde pueden desecharse las bombillas incandescentes?
Para proteger el medio ambiente y evitar contaminarlo con sustancias nocivas como el mercurio, es importante deshacerse de las bombillas incandescentes correctamente. Las bombillas viejas pueden tirarse simplemente al contenedor de residuos. Encontrará información y consejos sobre la correcta eliminación de otras fuentes de luz, como las lámparas halógenas y las lámparas de bajo consumo, en nuestro artículo: Eliminación de lámparas - Lo que debe saber.
Las bombillas incandescentes son emisores de calor: Su luz se produce calentando un filamento de tungsteno con su alto punto de fusión mediante el flujo de electricidad. Cuantos más vatios absorba una bombilla incandescente a través de su filamento, mayor será su flujo luminoso y, por tanto, la luminosidad percibida en la habitación. Como el alambre aún está frío cuando se enciende, al principio fluye más corriente que cuando está en funcionamiento. A medida que el cable se calienta, su resistencia aumenta y el flujo de corriente disminuye. La resistencia eléctrica indica cuán alta debe ser la tensión eléctrica para que la corriente circule por el filamento: Cuanto mayor sea la resistencia, menor será el amperaje.
Desde 2012 ya no es posible comprar bombillas incandescentes en la UE para uso doméstico normal. Esto marca el final de la era de 130 años de la fuente de luz llevada a la madurez del mercado por el inventor estadounidense Thomas Edison. El motivo de la prohibición de venta es el rendimiento lumínico: los ineficaces emisores de calor sólo convierten en luz el 5% de la energía absorbida. Por tanto, la mayor parte de la energía se pierde sin utilizar, por lo que la eficiencia energética de las bombillas incandescentes es extremadamente baja. Además, las bombillas incandescentes tienen una vida útil corta: el filamento pierde átomos de tungsteno por evaporación cada vez que se enciende, de modo que se rompe al cabo de unas 1.000 horas.